Salzburgo
Salzburgo es una ciudad hermosa, como si descendiera de las páginas de un cuento de hadas. Se encuentra al pie norte de los Alpes, a orillas del río Salzach y es la cuarta ciudad más grande de Austria. La ciudad atrae a viajeros de todo el mundo con su impresionante paisaje montañoso, su historia fascinante y su arquitectura única. Aquí, en un magnífico conjunto, se entrelazan casas de estilo gótico, barroco, renacentista, arquitectura moderna y edificios del modernismo de posguerra. La ciudad, que una vez floreció gracias a la venta de la sal más pura de las minas cercanas, es hoy conocida en todo el mundo como la cuna del gran Mozart, el genio que dio a la humanidad obras maestras musicales inmortales.
División administrativa de Salzburgo
La Ciudad Nueva está situada frente al casco antiguo, en la orilla derecha del río Salzach, cerca del monte Kapuzinerberg. La parte "más joven" de la ciudad de Salzburgo fue edificada entre los siglos XVII y XVIII. Alberga el Parque Mirabellgarten, la Casa de Mozart, la Iglesia de San Sebastián y otros interesantes monumentos históricos, arquitectónicos y culturales.
La cumbre y los alrededores del monte Festungsbahn constituyen una zona aparte de la ciudad. Aquí, en una enorme plaza, se encuentra la primera fortaleza que formó la ciudad, conocida como Hohensalzburg, donde podrá pasear por el museo, ver el monasterio y echar un vistazo al palacio.
Todos los barrios de esta fascinante ciudad son interesantes a su manera y merecen una visita.
Atracciones de la ciudad
La ciudad fabulosa de Salzburgo es inspiradora y estimulante. A lo largo de los siglos, esta localidad ha acumulado una colección de magníficas obras arquitectónicas, que se alzan majestuosas con las montañas alpinas como telón de fondo. Así que no cabe duda de que Salzburgo es uno de los lugares más bellos de Austria.
Población de Salzburgo
Historia breve de la ciudad
En el siglo XVII, la ciudad cambió de aspecto gracias al trabajo de arquitectos procedentes de Italia. La arquitectura de la ciudad de Salzburgo se convirtió en el mejor ejemplo del urbanismo barroco europeo.
A principios del siglo XIX, como consecuencia de las conquistas napoleónicas, la ciudad de Salzburgo quedó bajo influencia austriaca.
En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad sufrió constantes bombardeos y destrucciones, que dañaron la mayoría de sus edificios. Sin embargo, para alegría de los austriacos, el corazón de la ciudad, su centro histórico, sobrevivió casi en su totalidad. La ciudad de Salzburgo fue liberada por los aliados de Austria el 5 de mayo de 1945.
La moderna Salzburgo es una de las ciudades favoritas de los turistas que vienen a Austria. Su casco antiguo de la época de la guerra, milagrosamente conservado tras los bombardeos, figura en la venerable y protegida Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Mejor tiempo para viajar a Salzburgo
No obstante, durante el invierno, en Salzburgo hace bastante frío, lo que puede dificultar el disfrute de las variadas excursiones y actividades. Lo ideal es visitar esta pintoresca ciudad austriaca a finales de primavera o principios de otoño. Durante este periodo, podrá disfrutar cómodamente de sus encantadoras vistas al aire libre.
Notas útiles
Para evitar gastarse una fortuna en museos y transporte público, compre una tarjeta especial conocida como Salzburg Card. Da derecho a viajar gratis por la ciudad (incluido el funicular) y a la entrada gratuita a la mayoría de los museos. Otra ventaja son los descuentos en tiendas y salas de conciertos.
Se puede sorprender a los lugareños con un saludo: "grüs Gott", que se traduce como "hola a Dios". Así se suele saludar a los lugareños, que agradecerán el saludo y la sonrisa, o quizá le hagan un buen descuento.
Que debe hacer un turista en Salzburgo
- Escalar el monte Capuchinerberg. Se puede acceder allí por funicular, escaleras o una ruta serpenteante. En cualquier caso, desde la cima se puede ver toda la ciudad y la fortaleza Hohensalzburg, que siempre se incluye en la lista de atracciones obligatorias para visitar. Durante la Edad Media, el castillo fue continuamente reconstruido y ampliado, y hoy es el castillo medieval más grande de Europa.
- Admirar el Palacio Mirabel y sus alrededores circundantes. Es un encantador entorno arquitectónico y paisajístico con un palacio blanco como la nieve y un paisaje impresionante. Mirabel significa "belleza" y es realmente fascinante en su aspecto.
- Hacer un recorrido por la antigua calle comercial Götreidegasse y vea la casa natal de Mozart. Alberga un museo plano con objetos personales y obras del compositor. Esta parte del casco antiguo está decorada con rótulos originales de época. La Getreidegasse está llena de tiendas, cafés y restaurantes.
- Maravillarse con la Residencia de los Arzobispos y la Catedral. Ambas construcciones se encuentran muy cerca y le sorprenderán por su belleza. Cabe señalar que fue en esta catedral donde se casaron los padres de Mozart. Para los aficionados al arte, la Galería de Arte de la Residencia Arzobispal exhibe pinturas de los siglos XVI y XIX.
- Disfrutar del majestuoso sonido del órgano de la Universidad Mozarteum. Al mismo tiempo, se puede admirar el gigantesco edificio modernista de la universidad. Aquí se conservan las cartas de Mozart, y cerca está la casita donde compuso la Flauta Mágica.
- Visitar las minas de sal de Dürrnberg, ubicadas a las afueras de la ciudad de Salzburgo. Aquí se esconde un pequeño lago subterráneo, en el que se puede dar un paseo en transbordador de madera. Y un pequeño tren de colores le lleva a la superficie.
- Asistir a un espectáculo insólito en el Teatro Mecánico que no deja indiferente a nadie. A pocos kilómetros de la ciudad, se encuentra en Hellbrunn, considerada la sede campestre del arzobispo. Un total de 256 figuras en movimiento ofrecen un espectáculo y representan escenas medievales al son de un órgano de agua. Además del teatro, los terrenos de la residencia incluyen el palacio de Hellbrunn, el anfiteatro, el parque con sus insólitas fuentes, grutas y esculturas, el Teatro de Piedra y el castillo en la ladera de la montaña.
- Degustar el postre local. Una taza de aromático café austriaco con el postre tradicional Nockerln, que simboliza las tres colinas que rodean el centro de la ciudad de Salzburgo, es una obligación.