Pittsburgh

A principios del siglo XVIII, allí se instalaron los franceses, que querían añadir estas tierras a sus posesiones en Luisiana y Canadá. Sin embargo, los ingleses reclamaron la zona y pidieron a los franceses que se marcharan. Durante varias décadas, las tierras pasaron de un lado a otro entre franceses e ingleses. Hasta que los ingleses construyeron el Fuerte Pitt en el año 1758. En las cercanías surgió el asentamiento conocido como Pittsborough. Once años más tarde recibió el nombre de Pittsburgh. Durante otros diez años hubo una disputa por ella entre los estados de Pensilvania y Virginia. Como resultado, la ciudad de Pittsburgh cayó en manos de Pensilvania en el año 1780.

El siglo XIX constituyó un periodo del desarrollo activo de la ciudad. Se inauguraron grandes fábricas para la producción de bronce, acero, estaño y vidrio. Surgieron nuevos barrios, se construyeron viviendas y se desarrollaron infraestructuras avanzadas.

A principios del siglo XX, la ciudad de Pittsburgh producía entre el 35% y el 50% de todo el acero de Estados Unidos. En la segunda mitad del siglo XX, las autoridades empezaron a poner en marcha proyectos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Como parte de la lucha para proteger el medio ambiente, se cerraron acerías y otras plantas de fabricación. Esto provocó un fuerte descenso de la población.

A principios del siglo XXI, la ciudad de Pittsburgh empezó a experimentar un auge del turismo, la medicina y las ciencias de alta tecnología.

Cada mes de mayo, la ciudad acoge el Festival del Vino de Pittsburgh (Pittsburgh Wine Festival). Este evento atrae a enólogos y entendidos de todo el mundo. Además de degustar cientos de vinos, los visitantes asisten a conferencias sobre la industria vinícola y talleres de sumillería. Casi todos los restaurantes y cafés presentan durante el festival sus mejores cócteles elaborados con famosas variedades de vino.

El Festival de Música Deutschtown (Deutschtown Music Festival) reúne en Pittsburgh a amantes de la música de muchos países. Se celebra todos los años en julio y es bien conocido por los aficionados a la música contemporánea. En las plazas de las ciudades se instalan escenarios al aire libre. A su alrededor se colocan varios recintos abiertos y cervecerías camperas.

Desde hace más de una década, una calle de Pittsburgh se transforma una vez al año en una pesadilla de película de terror. Todos los años, en octubre, se celebra un Festival Zombie excepcional. Alrededor del supermercado del centro comercial Monroeville Mall se representan escenas de películas clásicas de terror de zombis, se celebran concursos temáticos y se proyectan películas. Muchos restaurantes callejeros apoyan el tema de los "muertos vivientes" ofreciendo "menús zombis".

• Hacer un recorrido por el Triángulo de Oro. El centro de negocios de la ciudad (también conocido como Downtown) es un popular destino turístico. Aquí confluyen tres ríos para formar un terreno con forma de triángulo. Los modernos rascacielos realzan la belleza de los edificios e iglesias de estilo clásico. El mayor de ellos supera los 250 metros de altura. Destaca un grandioso rascacielos de cristal negro con forma de castillo.
• Contemplar la ciudad desde arriba. Pittsburgh cuenta con dos funiculares que llevan a los pasajeros a la cima de la colina. Uno de ellos es el Duquesne Incline, situado al oeste de la orilla sur (South Shore). El otro, Monongahela Incline, está considerado el teleférico en funcionamiento más antiguo de Estados Unidos. Se encuentra cerca de la estación (Station Square). Escale a cualquiera de ellos y obtendrá una impresionante panorámica de la ciudad.
• Ver la Capilla Heinz Memorial. Un edificio increíblemente bello con agujas afiladas erigido en estilo neogótico. El templo está hecho de piedra caliza gris parecida al mármol. Su fachada está decorada con tallas maestras de temática bíblica. Las famosas ventanas arqueadas de la capilla, decoradas con coloridas vidrieras, son especialmente bellas.
• Descubrir las raras exposiciones del Museo Carnegie de Historia Natural. Uno de los mayores museos científicos del país se encuentra en los suburbios de la ciudad de Pittsburgh. Dispone de 20 salas con exposiciones fascinantes. Entre ellas se encuentran las salas de Indios Americanos, Antiguo Egipto y Minerales Hillman. También cuenta con una de las mejores colecciones de esqueletos de dinosaurios del planeta.
• Visitar el parque zoológico de la ciudad de Pittsburgh. Tiene más de cien años. En unas 31 hectáreas del territorio habitan casi 480 especies de animales, 20 de ellas en peligro de extinción. Pasee por el jardín zoológico, contemple la sabana africana, la asiática y la selva tropical. Observe el mar y la vida oceánica en el enorme acuario en el territorio del zoológico.
• Ir de compras. Las casas de diseño y boutiques más de moda se encuentran en Ellsworth Avenue. Los compradores más ahorradores deben dirigirse a la 5ª Avenida, donde las tiendas más populares ofrecen descuentos durante todo el año. Si busca recuerdos, pase por Grandpa Joe's. Aquí podrá comprar vajillas de porcelana pintadas a mano, recuerdos únicos y bombones artesanos.
• Degustar los platos de la cocina local. Pide cheese steak (un bollo relleno de bacón, queso, pimientos y cebolla), trozos de pollo frito. Y de postre, pida tortitas con bayas y fruta, y bombones de chocolate locales.