Madagascar
Madagascar es una isla paradisíaca que se deleita en las cálidas aguas del océano Índico. Hace cien millones de años, el estrecho de Mozambique lo arrancó de África continental, dejando un regalo natural único para la humanidad. Los paisajes de la isla cambian como un caleidoscopio: desde bosques silvestres relictos en el norte hasta tierras desérticas rojas en el sur. Aquí el cielo está sostenido por coronas planas de baobabs. Son árboles centenarios de una altura de un edificio de nueve pisosy las afiladas espinas del bosque de piedra de Tsinzhi du Bemarach pueden sorprender a cualquier turista. En el agua fangosa del río se lavan zafiros, esmeraldas y topacios. En la cima de la selva tropical el sifaki de cola blanca se esconde de la fosa, y en la espesura de la selva organizan fiestas los lémures, siendo los parientes lejanos del rey de los dibujos animados de Julián. Hoy Madagascar no está lista para aceptar turistas exigentes. La antigua colonia francesa no tiene hoteles de lujo ni restaurantes con estrellas Michelin. En lugar de carreteras, hay senderos polvorientos con baches, Internet no funciona bien y los cajeros automáticos solo se pueden encontrar en las grandes ciudades. Pero cualquier inconveniencia se compensa con el deleite del carácter pintoresco del "octavo continente".